Un pequeño y bonito gesto para dar la bienvenida a su Au Pair a la familia es un regalo de bienvenida. Probablemente aún no conozca bien a su Au Pair, así que no se exceda. Lo que cuenta es la intención. ¿Qué tal unas zapatillas cómodas para llevar por la casa? Un bonito ramo de flores en su habitación también puede servir de mucho. 

 

Tómese un tiempo de su apretada agenda para mostrarle a su Au Pair los alrededores. Déle la oportunidad de conocer mejor el vecindario. ¿A su Au Pair le gusta nadar? Enséñale la piscina más cercana. ¿Le gusta leer? Diríjase a la biblioteca. O llévale a una cafetería local, donde quizás conozca a nuevos amigos. No importa lo que considere los puntos de interés de su ciudad, inclúyalos en su recorrido. Su Au Pair lo agradecerá. 

 

La vida no es perfecta y su Au Pair tampoco. Habrá días en los que se sienta mal, pero no debe enfadarse por ello. Trátela con el respeto que se merece y sea lo suficientemente flexible como para encontrar a alguien que cuide de sus hijos hasta que la Au Pair se sienta mejor. Nadie puede predecir este tipo de cosas, así que afróntelo con la mayor calma posible. 

 

Ser confiable es crucial para una buena relación con su Au Pair. Si le dijo que iba a llegar a casa a las siete, entonces llegue a las siete. No vaya a comprar alimentos sin avisar a la Au Pair con antelación. Es posible que haya hecho planes con amigos, planes que tendría que cancelar por el imprevisto. Ser poco confiable como Familia Anfitriona dificulta que el Au Pair se lleve bien con usted y le costará su confianza a largo plazo.

"Au Pair" significa literalmente "igual a". Los Au Pairs no son sus empleados, sino una parte temporal de su familia. Trátelos como tal. 

 

En general, la comunicación es la clave. Sea siempre sincero con su Au Pair y háblele en un tono tranquilo y respetuoso. Ser amable es la forma más fácil de establecer una buena relación con su Au Pair.  

 

¡Que lo pase bien con su Au Pair!

 

Sammy-Jo