He vivido en México toda mi vida, así que desde que me gradué, siempre quise experimentar la vida fuera de mi país. Quiero combinar mis dos pasiones que son viajar y cuidar niños.

He trabajado con niños de muchas maneras. Primero, cuando era adolescente, solía dar clases de música, arte y cocina a niñas entre las edades de 5 a 12 años. Además de dar clases, en las horas libres solía jugar con ellas. Luego, en mis años universitarios, solía ser misionera. Todos los fines de semana asistía a comunidades rurales para dar clases de religión y jugar con niños de todas las edades. Luego, durante las vacaciones de invierno, solía trabajar en una cafetería donde las mamás pasan el rato y dejan a sus hijos de entre 1 y 3 años en el patio de recreo. Solía ​​jugar con los niños e incluso a veces con los bebés. Durante las vacaciones de verano, solía asistir a campamentos de verano para jugar con los niños.

He tenido la experiencia de cuidar a una gran cantidad de niños al mismo tiempo, por lo que cuidar a unos pocos no será un trabajo duro para mí.