La
Familia anfitriona debe poder confiar en el compromiso de su Au Pair. A menudo, ambos padres trabajan y, por lo tanto, dependen del apoyo de su Au Pair en el cuidado de los niños y en el hogar. Una Au Pair debe tener cierta capacidad de
adaptación, ya que el
trabajo no siempre está exento de estrés y a menudo requiere nervios de acero. Además, un cierto nivel de forma física es una ventaja para muchas actividades con niños.
Para demostrar el estado de salud de la candidata, un
certificado médico es una buena herramienta. La familia anfitriona decide qué información debe incluirse en este certificado. El certificado debe ser expedido por un médico general antes de la estancia en el país de origen del Au Pair. La Familia Anfitriona deberá cubrir los
gastos.
En esta sección del certificado médico deben anotarse todas las enfermedades actuales y crónicas de la Au Pair, así como todos los medicamentos que toma regularmente. Si es necesario, también se puede realizar una prueba de embarazo y de drogas. La información general, como el peso y la estatura de la Au Pair, puede ser de interés.
Para la familia anfitriona es esencial la información sobre alergias de la Au Pair. Si la Au Pair es intolerante a ciertos
alimentos la Familia anfitriona debe prepararse para una dieta especial de la candidata y considerar si ésta es compatible con su propia dieta.
Las enfermedades contagiosas, como la tuberculosis, la hepatitis y el SIDA/VIH, son más comunes en algunos países que en otros. Todas estas enfermedades pueden comprobarse mediante un test. Esto debe hacerse en el país de origen de la Au Pair.
¿Es suficiente el nivel de vacunación de la Au Pair? Para algunos países se requieren o se recomiendan ciertas vacunas. El médico de cabecera o de viaje puede proporcionar información sobre las vacunas requeridas. Se debe facilitar al médico la siguiente información: el destino, el tiempo de estancia, el estado de vacunación individual así como cualquier enfermedad subyacente. La cita debe programarse entre cuatro y seis semanas antes de la estancia en el extranjero para garantizar una protección vacunal completa.
En caso de
enfermedades preexistentes de la Au Pair, la aseguradora suele exigir una autodeclaración. El contrato determina en qué medida la enfermedad preexistente está incluida en el
seguro. El tratamiento de enfermedades preexistentes y crónicas no está cubierto por la mayoría de los seguros Au Pair. La enfermedad preexistente debe ser estable y no necesitar tratamiento seis meses antes del inicio de la estancia.