Cuando las cosas se complican: Cómo gestionar las emergencias con tu Au Pair

Acoger a una Au Pair puede ser una experiencia maravillosa, pero, como sucede con cualquier servicio de cuidado de niños, pueden surgir situaciones inesperadas y emergencias. Prepararse para estos momentos es la mejor forma de mantener a todos seguros, protegidos y confiados.

Hemos recopilado 6 situaciones comunes que tu Au Pair puede tener que afrontar, y consejos prácticos para tu familia:

  1. Emergencias médicas
  2. Accidentes en casa
  3. Problemas de transporte
  4. Problemas de cuidado de niños
  5. Problemas de comunicación
  6. Crisis emocionales

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1. Urgencias médicas

Es la pesadilla de todo padre: estás en el trabajo y recibes una llamada de alguien diciéndote que tu hijo ha tenido una urgencia médica. Nos gustaría decirte que acogiendo a una Au Pair esto nunca te ocurrirá pero, no sería realista. Acoger a una Au Pair no disminuye las probabilidades de que tu hijo enferme o se lesione: es algo que puede ocurrir en la guardería o en el jardín de infancia, así como en casa de los abuelos, en el parque o en la academia de danza a la que va tu hijo una vez a la semana.

Sin embargo, enseñar a tu Au Pair a manejar las situaciones habituales que puedan surgir puede influir mucho en el resultado.

Lesiones infantiles

Desde caídas hasta cortes y huesos rotos, dependiendo de la edad de tu hijo, tu Au Pair debe estar preparada para distintos tipos de lesiones. Las Au Pairs no son niñeras profesionales , y puede que sea la primera vez que cuidan solas a un menor. Por eso no debes dar nada por sentado: prepara un plan médico de urgencia claro con la información de su médico, los datos del seguro, el centro de urgencias más cercano y los hospitales. También debes escribir una lista de números a los que llamar en caso de emergencia y colocarla en algún lugar bien visible (por ejemplo, en la nevera).

Reacciones alérgicas y fiebre alta: Saber cuándo actuar

Otra situación frecuente es cuando un niño presenta de repente fiebre alta o signos de reacción alérgica. Estos momentos pueden asustar, sobre todo a alguien que no está acostumbrado a tratar con ellos. Asegúrate de que tu Au Pair conoce el historial médico de tu hijo: alergias, intolerancias, reacciones anteriores y la medicación adecuada que debe administrarle si se la ha recetado un médico. Escribe instrucciones claras y ponlas en algún lugar bien visible, como en la nevera. Deben incluir cuándo llamarte inmediatamente, cuándo contactar con el pediatra y cuándo ir directamente a urgencias. Haz hincapié en que es mejor comunicar mucho que poco sobre un síntoma.

Cuando tu Au Pair enferma o se lesiona

Las emergencias no sólo afectan a los niños. Tu Au Pair vive lejos de casa y también puede enfermar o lesionarse. Aunque sea «sólo un resfriado», puede resultar abrumador sin su sistema de apoyo habitual. Ten preparado un plan: explícale cómo pedir cita con el médico, qué clínicas aceptan su seguro y dónde está la farmacia más cercana. Anímala a que te avise en cuanto no se encuentre bien, para que puedas ajustar los horarios y asegurarte de que los niños están atendidos. Mostrar empatía y ofrecer apoyo en estos momentos no sólo ayuda a tu Au Pair a recuperarse más rápidamente, sino que refuerza la confianza y el vínculo entre vosotros.

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2. Accidentes en casa

En casa es donde los niños pasan la mayor parte del tiempo, lo que también lo convierte en el lugar donde pueden ocurrir muchos pequeños (y a veces grandes) accidentes. Aunque no puedes predecir todas las situaciones, puedes dar a tu Au Pair las herramientas y la confianza necesarias para manejarlas bien.

Fuego, humo o fugas de gas

Ya se trate de un incendio en la cocina, de la alarma de humo o del olor a gas, son situaciones que requieren rapidez mental. Durante la primera semana, explica a tu Au Pair tu plan de seguridad doméstica: dónde está el extintor, cómo cerrar el gas y cuáles son las vías de evacuación. Deja claro que, en caso de incendio o de olor a gas, el primer paso es siempre sacar a los niños de casa y luego llamar a los servicios de emergencia.

Cortes de electricidad y fugas de agua

Los cortes repentinos de electricidad o un cuarto de baño inundado pueden confundir a alguien nuevo en tu casa. Enséñale a tu Au Pair dónde se guardan las linternas, cómo reiniciar con seguridad la caja de fusibles y dónde se encuentra la válvula principal de cierre del agua. Escribe estas instrucciones y colócalas en un lugar visible para que no tengan que confiar en su memoria en un momento de estrés. No olvides que tu Au Pair está aprendiendo un nuevo idioma, así que, una vez más, no des nada por sentado y explícale cada paso con cuidado.

Niño encerrado en una habitación

No siempre hace falta una gran emergencia para crear pánico; a veces se trata de pequeñas cosas. Un ejemplo habitual es cuando un niño se encierra accidentalmente en una habitación. Asegúrate de que tu Au Pair sepa dónde guardas las llaves de repuesto de cada puerta o, si tu casa utiliza cerraduras sencillas, cómo abrirlas con una moneda o un pasador.

Recuérdale que mantenga la calma, que siga hablando al niño a través de la puerta y que le tranquilice hasta que se abra la puerta. Si el niño es muy pequeño y no tienes un modo inmediato de desbloquear la puerta, indica a tu Au Pair que te llame inmediatamente y, si es necesario, que se ponga en contacto con los servicios de emergencia locales para pedir ayuda.

3. Problemas de transporte

Llevar a los niños al colegio, a las actividades o a los juegos suele formar parte de la rutina diaria de una Au Pair, lo que significa que tarde o temprano surgirán problemas de transporte. Si preparas a tu Au Pair para distintos escenarios, evitarás que cunda el pánico y garantizarás la seguridad de los niños.

Accidentes y averías al volante

Tanto si se trata de un pequeño accidente de coche como de una avería repentina, tu Au Pair debe saber exactamente cómo reaccionar. Enséñale a mantener la calma, a comprobar que los niños están a salvo y a trasladarse a un lugar seguro si es posible. Deben llamar a los servicios de emergencia si es necesario, y luego ponerse en contacto contigo inmediatamente. Proporciónales instrucciones claras sobre qué hacer en el lugar de los hechos, qué detalles compartir y cómo utilizar la asistencia en carretera. Llevar los papeles del seguro y un botiquín de emergencia (linterna, agua, primeros auxilios) en el coche facilitará la gestión de un momento difícil.

Retrasos en el transporte público

Si tu Au Pair depende de autobuses o trenes, los retrasos y cancelaciones pueden causar estrés, sobre todo cuando los niños están esperando a que los recojan.

Establezcan juntos un plan de emergencia, como llamar a otro de los padres, a un vecino de confianza o utilizar un servicio de transporte compartido o un taxi en caso de emergencia.

Tener un «plan B» garantiza que tus hijos nunca se queden tirados.

4. Retos en el cuidado de los niños

Incluso si no se trata de una emergencia, algunas situaciones pueden resultar abrumadoras para una Au Pair, sobre todo si es la primera vez que se ocupa sola de los niños.

Ayudarla a prepararse para estos retos hará que sus días sean más llevaderos y te dará tranquilidad.

Crisis en público

Todos los padres han pasado por lo mismo: un niño con una rabieta en medio de una tienda o un parque infantil. Para una Au Pair, esto puede resultar aún más estresante. Enséñale cómo sueles manejar estas situaciones, ya sea dándole espacio, distrayéndole o estableciendo límites firmes pero tranquilos. Asegúrate de que sepan que no pasa nada por abandonar el espacio público si es necesario, priorizando la seguridad a terminar los recados.

Desobediencia en casa

A veces los niños ponen a prueba los límites, sobre todo cuando están con alguien nuevo. Explica claramente las normas de tu familia y asegúrate de que tu Au Pair sabe cómo quieres que se apliquen, tanto si se trata del tiempo frente a la pantalla como de los deberes o la hora de acostarse. Recuérdale que no se tome la desobediencia como algo personal, pues es normal que se adapte a una nueva figura de autoridad. Antes de que llegue la Au Pair, prepara a tu hijo explicándole que una nueva persona pasará mucho tiempo con él y que debe ser escuchada igual que tú. Después del primer día, pregunta a tu hijo cómo se siente en la nueva situación.

Peleas entre hermanos

Las discusiones entre hermanos pueden intensificarse rápidamente, y puede que una Au Pair no sepa hasta qué punto es adecuada su intervención. Oriéntala: cuándo dejar que los niños resuelvan las cosas por sí solos y cuándo intervenir. Enséñale técnicas sencillas, como separar a los niños durante unos minutos o redirigirlos a otra actividad. Tranquiliza a tu Au Pair diciéndole que su trabajo no consiste en detener todas las riñas, sino en mantener el ambiente seguro y tranquilo.

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5. Fallos de comunicación

Una comunicación clara es crucial en caso de emergencia, pero las barreras lingüísticas o la incertidumbre pueden empeorar una situación estresante. Preparar a tu Au Pair con antelación ayuda a evitar retrasos y confusión cuando es necesario actuar con rapidez.

Barreras lingüísticas e instrucciones

En un momento de urgencia, las instrucciones complicadas pueden ser difíciles de seguir, sobre todo si tu Au Pair acaba de empezar a aprender tu idioma o si se comunican en una lengua que ninguno de los dos habla bien. Escribe tus procedimientos de emergencia en pasos sencillos, y practícalos juntos para que tu Au Pair se sienta segura. Enséñale palabras y frases clave que pueda necesitar en inglés, como «call 911» (o el número de emergencias de tu país, una vez más: ¡no des por sentado que tu Au Pair lo sabe!) o «emergency», y asegúrate de que siempre tenga los números importantes guardados en su teléfono.

Saber cuándo llamarte

Un reto habitual es decidir qué es lo «suficientemente grave» como para ponerse en contacto contigo inmediatamente. Por ejemplo, ¿es urgente un pequeño golpe en la cabeza, o sólo algo que mencionar más tarde? Establece directrices claras sobre qué situaciones requieren una llamada telefónica inmediata, y recuerda a tu Au Pair que siempre es mejor sobre comunicarse que permanecer en silencio. Esto les dará tranquilidad a los dos y evitará malentendidos.

6. Crisis emocionales

Las emergencias no siempre tienen que ver con la seguridad física; a veces tienen que ver con las emociones. Los momentos estresantes pueden resultar abrumadores tanto para tus hijos como para tu Au Pair, sobre todo cuando están lejos de casa y sin su sistema de apoyo usual.

Reacciones de los niños

Los niños pueden entrar en pánico si ocurre algo inesperado y sus padres no están allí. Enseña a tu Au Pair formas sencillas de consolarles, como mantener la calma, darles seguridad y seguir las rutinas habituales. Hazle saber que es normal que los niños reaccionen con fuerza y que su presencia calmada marca la diferencia.

Reacciones de la Au Pair

La nostalgia, el estrés o la falta de preparación pueden afectar mucho durante una crisis. Anima a tu Au Pair a que te cuente cómo lo está afrontando y asegúrale que no pasa nada por no tener todas las respuestas. Un rápido informe tras un incidente, en el que se hable de lo que ha ido bien y de lo que podría mejorarse, ayuda a fomentar la confianza y fortalece vuestra relación. Mostrar empatía en estos momentos hará que tu Au Pair se sienta apoyada, lo que beneficia a toda la familia.

 

La mejor forma de afrontar las emergencias es prepararse con antelación. Prepara una carpeta familiar de emergencias, explica a tu Au Pair los procedimientos de seguridad y actualiza estas rutinas cada pocos meses. Las visitas periódicas, informales y de apoyo, son una gran oportunidad para discutir cómo manejar situaciones difíciles y escuchar cómo respondería tu Au Pair. Habla de situaciones prácticas que hayan ocurrido o que puedan ocurrir en el futuro. Cuanto más preparados estén, más seguros se sentirán, y esa confianza aporta tranquilidad a toda la familia.

 

Las emergencias pueden ser imprevisibles, pero con preparación y comunicación abierta, tu Au Pair nunca tendrá que afrontarlas sola, ¡y tú tampoco!

 

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