Au Pair в Китай
Paula, испанец / испанка
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Durante mi experiencia como Au Pair, tuve la oportunidad de embarcarme en una aventura que no solo me sacó de mi zona de confort, sino que también me permitió crecer de maneras que no había imaginado. Estar fuera de mi entorno familiar, en un continente completamente diferente, durante un mes, fue un desafío y una experiencia enriquecedora que atesoraré por siempre.
Desde el momento en que llegué, la familia de acogida hizo todo lo posible para que me sintiera como en casa. A pesar de las diferencias culturales y del idioma, que al principio fueron algo complicadas, lograron que la adaptación fuera lo más fluida posible. Su amabilidad y disposición para ayudarme a comprender las costumbres locales y el idioma fueron clave para que pudiera disfrutar de esta experiencia al máximo.
Uno de los mayores retos fue, sin duda, el idioma. El hecho de que fuera completamente diferente al mío me llevó a desarrollar una mayor paciencia y habilidades de comunicación no verbal. Aunque al principio fue difícil, con el tiempo pude sentirme más cómoda y lograr una mejor comprensión. La barrera del idioma me enseñó a ser más perseverante y a buscar maneras creativas de comunicarme con los niños y la familia.
Además, la gastronomía local fue un aspecto completamente nuevo para mí. Al principio, adaptarme a sabores y platos desconocidos fue un reto, pero con el tiempo, aprendí a apreciar la riqueza de la cocina local y a disfrutar de cada comida como una oportunidad para conocer más sobre la cultura.
Tuve la fortuna de coincidir con otros españoles durante una de mis visitas por la ciudad. Encontrarme con personas de mi país en un lugar tan lejano fue una experiencia reconfortante. Compartimos nuestras experiencias y, en una ocasión posterior, realizamos juntos un tour por la ciudad, lo que me permitió conocer más a fondo la historia y belleza del lugar.
Al final de mi estancia, la familia me sorprendió con unos regalos típicos chinos, llenos de significado y belleza. Estos detalles me hicieron sentir valorada y parte de su familia, un gesto que me llenó de gratitud y que recordaré siempre con cariño.
Para las futuras Au Pairs, mi consejo es que se lancen a esta aventura con la mente abierta y el corazón dispuesto a aprender y crecer. Cada desafío es una oportunidad para desarrollarse, y aunque al principio puede ser complicado adaptarse, la experiencia vale completamente la pena. También es fundamental mantener una comunicación abierta y constante con la familia de acogida para asegurar que ambas partes se sientan cómodas y entendidas.
En resumen, mi tiempo como Au Pair ha sido una experiencia transformadora. No solo he aprendido sobre una nueva cultura, sino que también he descubierto mucho sobre mí misma. Estoy muy agradecida por esta oportunidad y animo a todos los que consideren ser Au Pair a que lo hagan; es una experiencia que les enriquecerá de muchas maneras.