Esta semana la Au Pair Wiktoria va a hablar de su experiencia en los momentos de nostalgia mientras era Au Pair en España. Si tú también estás luchando con esto, sigue leyendo para conocer sus increíbles consejos y los pasos a seguir para lidiar con la nostalgia.

 

¡Hola amigos!

 

Es Wiktoria otra vez. ¡Les doy una calurosa bienvenida a todos después de las vacaciones de Navidad! Espero que las hayan pasado como yo, en un maravilloso ambiente familiar :)

 

Antes de entrar en el post de hoy, me gustaría desearles todo lo mejor para su 2019: ¡que sea un año de avances, en el que cumplan sus objetivos y sueños! Si aún no estás seguro de unirte al programa de Au Pair, toma este nuevo año como una posibilidad para dejar atrás tus miedos y embarcarte en una increíble e inolvidable aventura. Por supuesto, habrá momentos en los que será difícil dejar atrás todo lo que conoces. Por eso hoy quiero centrarme en darte consejos sobre algo que es muy común entre los Au Pairs, independientemente de dónde vayan y por cuánto tiempo: la nostalgia.

 

Tengan en cuenta que estos son mis consejos personales y recomendaciones sobre cómo lidiar con la nostalgia. Todo el mundo reacciona de forma diferente a este tipo de situaciones. Antes de ir a España, mientras investigaba sobre cómo ser una Au Pair, encontré muchos consejos sobre cómo lidiar con la nostalgia. Honestamente, decidí no tomarlo al pie de la letra  y pensé que no me pasaría a mí, e incluso si pasara, sólo tardaría unos minutos en superarla. Esto fue un gran error, porque mi nostalgia me tomó por sorpresa más o menos dos meses después de llegar, cuando uno de mis amigos en Polonia estaba celebrando su fiesta de cumpleaños. Mis amigos me llamaron para decirme que estaban muy tristes de que no pudiera estar allí con ellos. Me afectó mucho y al final de la llamada, mi humor cambió para peor. Empecé a extrañar a mi familia y a mis amigos e incluso quise comprar un billete de vuelta a casa para volver ese mismo día. No podía aceptar el hecho de que estaba tan lejos de casa y que no podía abrazar a mis seres queridos, o salir con mi mejor amigo a tomar un café.

Me llevó varias horas recuperarme. El primer paso que di para mejorar mi estado de ánimo fue hablar con mi familia anfitriona. Tener una conversación sincera y honesta sobre cómo te sientes con los Padres Anfitriones definitivamente ayudará. Estás viviendo con ellos y viéndolos todos los días y seguramente estarán encantados de ayudarte. No puedo contar cuántas veces me he sentido mejor después de una charla con mi Madre Anfitriona.

 

Mi segundo consejo sería un cambio completo en su enfoque de la situación. En primer lugar, debemos recordar los objetivos del programa de Au Pair: uno de los principales objetivos es conocer gente nueva. Por lo tanto, en lugar de recordar los momentos maravillosos con nuestros amigos, debemos crear nuevos con otras personas que puedan convertirse en nuestros seres queridos también! Un viaje, sobre todo, te da la oportunidad de conocer gente de diferentes partes del mundo. Cuando me di cuenta de lo importante que era para mí hacer nuevos amigos, sonreí plenamente y salí a dar un paseo. En España la gente es muy abierta: empiezan las conversaciones con mucha facilidad y gracias a ello hice nuevos amigos bastante rápido. Para la gente menos atrevida, recomendaría ver los grupos de Au Pair en facebook: Encontré muchos amigos también a través de ellos.

¡También sugeriría encontrar un hobby! ¡Muy banal, pero muy útil! Cuando, después de dos semanas en España, pasar el tiempo en la maravillosa playa se volvió aburrido (quiero decir, ¡¿cuánto tiempo puedes estar sentado en la playa?!), empecé a buscar otras alternativas para pasar mi tiempo libre. La mayoría de las Au Pairs se inscriben en un gimnasio después de su llegada; yo también lo hice, y creo que es una gran oportunidad para conocer gente nueva. Por ejemplo, me hice amiga de una empleada del gimnasio, que era una de las únicas personas que podía hablarme en inglés cuando mi español estaba todavía en un nivel muy bajo. Me presentó a otros empleados y a otros miembros del gimnasio, que también se convirtieron en mis amigos. Gracias a esto, tuve motivación y ganas de asistir a las clases, porque siempre veía algunas caras conocidas y podía intercambiar algunas palabras con ellas. Además, me inscribí en un curso de español, que también fue una gran decisión. Sé de Au Pairs que han asistido a clases de baile, que han empezado a hacer surf, taekwondo y otras actividades que les han hecho felices. Todas estas actividades harán que tu rutina diaria sea más interesante y que se sientan menos solos y nostálgicos.

 

Lo que también me ayudó mucho fue tener fotos de mis amigos y familiares que colgué en las paredes de mi habitación. También llevé mis velas aromáticas favoritas, que me recordaban a mi casa, y algunas almohadas y mantas de mi casa en Polonia. Puede sonar extraño, pero realmente ayuda. En las tiendas españolas locales también compré varios carteles y otros artículos que hacían mi habitación más acogedora y me gustaba mucho pasar mi tiempo libre allí.