La experiencia y consejos de Sara: una Au Pair italiana en Francia.

 

Mi nombre es Sara, tengo 19 años y vengo del Noreste de Italia. Siempre he deseado ser Au Pair y ahora puedo decir que he cumplido ese sueño.

 

En Septiembre de 2022, me di cuenta de que no era el momento indicado para la universidad y que necesitaba un tiempo para mí. Mi sueño es trabajar con niños, asi que una experiencia así tan solo me haría crecer y me alentaría. Habiendo estudiado lenguajes en el instituto, fuí una estudiante apasionada del Francés y quería mantener mi francés activo, así que mi destino no podría ser otro que Francia. Me uní a AuPair.com para buscar mi futura familia anfitriona, entonces.

 

Tuve la oportunidad de contactar con muchas familias anfitrionas. Con cada una de ellas, organicé una cita por Whatsapp, lo cual fué esencial para comprender los requisitos de cada familia, conocerse y también llevarse una buena impresión de dicha familia. Pero, ¿cómo puedes elegir la familia “adecuada”? Simplemente, lo notarás. Debes confiar en tus emociones y en tu percepción. Fué una curiosidad e interés especiales que me llevaron a escogerles.

 

Mi familia anfitriona vive en una gran casa en la zona rural del Jura en Burgundy, Francia. Las palabras clave para definir aquel lugar era paz y naturaleza. La familia tenía un niño de 4 años y una niña de casi 2 años con los cuales solo hablaba Francés, pero algunas veces les enseñaba algunas palabras en italiano o inglés (con el permiso de los padres)

Mi vida con Au Pair consistía en lavantar a los niños a las 7 de la mañana, preparar y tomar el desayuno con ellos, vestirlos y llevarlos a la guardería. Hasta entonces tenía el día libre hasta las 3:45, cuando recogería a los niños. Por la mañana, como acordé con los padres, limpiaría y ordenaría la habitación de los niños y el cuarto de juegos, haría la colada de los niños y ayudaría a mantener la casa en orden. El resto del tiempo lo tenía para mi, invirtiéndolo en deporte o en ocio personal como la lectura y el estudio para mis metas a futuro.

 

Normalmente, encontraría al padre anfitrión al volver yo y los niños por la tarde, aunque me quedaba con ellos jugando hasta que volviese la madre anfitriona (alrededor de las 6:00/6:30). Los miercoles, las escuelas cierran en Francia: el niño iba a la garderie, una especie de centro en el que hace actividades con otros niños; mientras la niña permanecería en la guardería hasta por la tarde, y entonces la recogería y me haría cargo de ella ( Jugábamos juntos y la echaría a la siesta)

 

Tenía libres los fines de semana normalmente y solía pasarlos o con mi familia anfitriona o visitando ciudades diferentes.

 

 

Era su primera Au Pair y debo admitir que no faltaron obstáculos al principio. Los niños eran muy pequeños para entender el concepto de “un nuevo miembro en la familia”, así que intenté acercarme a ellas como una hermana mayor tanto como pude. Para el mayor fué difícil aceptarme en la familia, pero con el tiempo y ayuda de los padres, mejoró. Con la pequeña fué difícil durante las primeras semanas, pero a partir de ahí empezamos a querernos la una a la otra. Cada día, nuestro vínculo se fortalecía. A veces me sentía como una hermana mayor, y a veces como una segunda madre. Podría hablar de ella durante horas.

Entra en contacto con varias familias, haz siempre videollamadas para entender bien lo que necesitan o requieren. Pregunta por la habitación, el baño, etc.. por los intereses en actividades (como el deporte), si hay posibilidad de tomar lecciones de lenguaje y días libres. Pide información sobre el salario mensual.

 

No te calientes la cabeza al encontrar el primer obstáculo, no temas si parece difícil construir una relación con los niños. Estás ahí por ellos, así que creceréis juntos y te conocerán mejor en el futuro. Tampoco te olvides que los padres también están ahí para tí, así que si tienes problemas habla con ellos, sabrán como ayudarte.

 

 

 

Mi estancia iba a durar 5 meses, desde Enero hasta primeros de Junio, pues tenía otros planes para verano y un test universitario que hacer en Septiembre. Desafortunadamente, con razón de problemas de salud, tuve que anticipar un mes mi vuelta a casa. Me dolió mucho porque me había unido mucho a la familia anfitriona, especialmente a los niños. Aprendí mucho en esos cortos meses lejos de mi familia italiana. Trabajé mucho en mis objetivos por varias razones, y esa fué una de las metas principales de esta experiencia. Aprendí que pueda apañarmelas muy bien sola. Aprendí a ser independiente. Aprendí a apreciar las cosas pequeñas. Aprendí a disfrutar los pequeños momentos con la gente adecuada, aquellos que te hacen sonreir. Esas sonrisas que encuentras en dos niños que ponen tu vida patas arriba. Esas sonrisas que te dan la fuerza para continuar.

 

A través, de esta experiencia, me dí cuenta de que los niños son mi vocación. Estoy feliz de haber tomado ese vuelo en Enero y es una decisión que tomaría 100 veces más. 

 

Gracias de todo corazón a mi famila anfitriona quienes se convirtieron en mi segunda familia.