Algunas candidatas y familias de acogida simplemente merecen el título de Familia de acogida o Au Pair del año! Han sido un salvavidas para los otros y han cambiado sus vidas para mejor. Hemos seleccionado las mejores historias y ahora estamos felices de honrar una de las historias ganadoras.

Somos una familia de cuatro; mis hijos tienen 7 y 4 años. Esta es nuestra primera experiencia de tener una au pair, después de que nuestra niñera de 7 años decidiera regresar a Filipinas. No hace falta decir que fue un gran cambio!

 

 

Micaela acababa de llegar al Reino Unido para emprender una aventura después de graduarse en la Universidad de Sudáfrica. A pesar de la incertidumbre y las restricciones de viaje, nada podía disuadirla. Es un testimonio de su diligencia, determinación y optimismo. Nos reunimos en el parque con mi hijo; ella me explicó cuidadosamente los mecanismos de funcionamiento de los volcanes, mientras mi hijo se colgaba de los árboles, despertando su curiosidad y formando un vínculo instantáneo. Yo estaba enganchada.

 

No estábamos listos para empezar a tiempo completo hasta unos meses más tarde; ella esperó pacientemente y vino con nosotros de vacaciones a Norfolk donde colaboró y se unió a otra niñera y, sobre todo, hizo que nuestras vidas fueran mucho mejores con su presencia. Estábamos muy impresionados con su habilidad para colaborar y ser parte de un equipo.

 

El "Día 1" oficial fue el día anterior al primer día de escuela de mi hijo; ella estuvo ahí cuando le deseamos suerte, y se fue, a través de las grandes puertas. Estaba tranquila y confiada, los sentimientos que esperas que tu hijo menor haya sentido en su gran primer día.

 

Como médica y trabajadora de primera línea, estoy ocupada.  Más ocupado de lo que creo que es ideal para mis hijos a veces, y la pandemia lo ha empeorado. Micaela ha traído calma, seguridad y estabilidad a un hogar agitado. Me ha liberado de tareas que no siempre podía completar, debido a que tanto mi marido como yo tenemos horarios de trabajo muy ocupados. Tiene un sentido natural del tiempo y sabe cómo infundir confianza en los niños sensibles.

 

Soportó un aislamiento de 14 días con nosotros cuando mi marido tuvo Covid y nunca se quejó; llevaba una máscara constantemente en todo y se distanció de mí porque yo era negativa. Su amabilidad y consideración era abrumadora.

 

Su influencia se extiende más allá del apoyo académico; los sistemas de valores, el deber moral y la amabilidad son algunos de los principios fundamentales que nos ayuda a mantener cuando estamos ausentes. Su actitud amable y confiada con los niños es demostrable; los niños se tranquilizan y se establecen gracias a su enfoque coherente y sensato que supera con creces sus 23 años.

 

Estoy agradecida diariamente por tener la suerte de tener a Micaela en mi vida y en la de mis hijos. Necesito tomar una o dos hojas del libro de los padres de Micaela porque es una mujer extraordinaria, de la que tengo mucho que aprender.