Choque cultural como Au Pair en Estados Unidos

 

Los síntomas del choque cultural pueden incluir cambios de humor, depresión, insomnio o sueño excesivo, nostalgia y una sensación general de estar perdido.

 

Yo también experimenté el choque cultural durante mi estancia como Au Pair en Estados Unidos. Estas son algunas de las cosas estadounidenses que me chocaron al principio:

 

Por alguna razón, los estadounidenses parecen ser incapaces de soportar el silencio. En Alemania, uno se sube a un ascensor y se queda callado hasta que se baja. Pero en EE.UU. no: en cuanto subes a un ascensor, te saludan con un "Hola, ¿qué tal?". Literalmente, todo el mundo se pone a hablar contigo en Estados Unidos.

 

Y aunque esto puede hacer que los estadounidenses parezcan muy amistosos, ¿de qué sirve una pequeña charla si no tienes nada real de qué hablar?

 

Conducir por los vecindarios estadounidenses puede resultar chocante para algunos. Mires donde mires, verás la bandera estadounidense. Habrá estrellas y rayas en los patios delanteros, frente a las escuelas, a veces incluso en medio de un estacionamiento. Este tipo de patriotismo y exhibición de la bandera nacional es algo que solo se encontraría en Alemania durante el Mundial de Fútbol.

Hablando de vecindarios estadounidenses: la mayoría de las casas de Estados Unidos son de madera. No me pregunten por qué. Dado que los Estados Unidos son propensos a los huracanes, ¿no tendría más sentido construir casas de cemento?

Además, las casas estadounidenses suelen tener un patio delantero muy grande. Y mientras los alemanes tienen vallas entre sus casas y la calle, los estadounidenses no suelen vallar sus patios delanteros.

 

Como Au Pair en Estados Unidos, tendrás que conducir. No sólo tendrás que llevar a tus niños anfitriones a la escuela o a las citas de juego, sino que si quieres llegar a cualquier lugar, tendrás que conducir. Las aceras son muy escasas, lo que hace que caminar a cualquier lugar sea mucho más difícil.

 

Cuando tengas que conducir, puede que notes que algunas normas de tráfico difieren de las de tu país. Por ejemplo, si tienes que girar a la derecha, pero el semáforo acaba de ponerse en rojo, no hay que preocuparse: estás legalmente autorizado a girar a la derecha.

Cuanto más grande, mejor parece ser el lema de los estadounidenses en todos los aspectos de su vida. Verás muchas camionetas y otros vehículos grandes en las calles anchas. Tampoco serías el primero en perderte en tiendas como Walmart o Target.

En Europa, cuando las bebidas no alcohólicas se sirven con hielo, suele significar que hay tres o cuatro cubitos en el vaso. Sin embargo, en EE.UU. te servirán un vaso lleno de hielo y apenas te dejarán espacio para la bebida.

 

Pero no te preocupes por no obtener el valor de tu dinero: el concepto de rellenado gratuito está muy generalizado en Estados Unidos. Y, además, el agua es gratis.

 

Sin duda, tener aire acondicionado en casa es fantástico. Sin embargo, algunas tiendas americanas se pasan un poco de la raya. Cuando sales del calor del verano y entras en una tienda de comestibles, puede que te sientas bien al principio, pero quédate cinco minutos y estarás deseando tener tu abrigo de invierno más grueso. ¿Crees que exagero? No lo hago. 

Lo que ves no es lo que pagas en Estados Unidos. Los precios no suelen incluir los impuestos. Así que prepárate para pagar más de lo que esperas.

 

 

Obviamente, hay muchas más diferencias que podría contarte, pero creo que es suficiente por hoy.
 

Hasta la próxima,
 

Sammy-Jo