Durante un mes fui a Alemania a la frontera con Polonia. La familia me acogió inmediatamente y me sentí como si fuera la hermana de los niños.

Admito que estaba emocionada y aterrorizada de estar sola en una familia que no conocía con un idioma que apenas conocía.

Es realmente una experiencia que debe ser vivida al máximo. Tuve la suerte de caer en una familia maravillosa. Ellos me mostraron los lugares que solían visitar.

Lo que me encantó fue la oportunidad de aprender este nuevo idioma de una manera divertida. Aprendí varias palabras al mismo tiempo que uno de los niños, que también estaba aprendiendo a hablar. Todavía extraño a los niños hasta el día de hoy. He disfrutado de su compañía desde el momento en que me convertí en uno más de ellos.

Agradezco mucho a este sitio web que me hizo sentir segura y encontrar una familia que era totalmente idónea para mí.