Todos
conocemos la sensación: los niños simplemente no escuchan y, hagas lo que hagas, los gritos son cada vez más fuertes. Enfadarse en este tipo de situaciones es normal, y para muchos, su instinto natural es golpear o sacudir al niño que grita. ¿Hay que seguir ese instinto?
NUNCA. Si quieres saber más sobre por qué el
castigo físico es una mala idea, sigue leyendo.
Síndrome del niño maltratado
Sacudir a un bebé o a un niño pequeño
puede provocar lesiones graves, como daños cerebrales, ceguera, parálisis, fracturas, convulsiones e
incluso la muerte. Es lo que se conoce como "síndrome del niño maltratado". Está bien frustrarse si el bebé no deja de llorar, pero
NO está bien sacudirlo.
Si no estás segura de por qué llora el bebé, puedes...
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Cambiarle el pañal
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Alimentarlo lentamente
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Ofrecerle un chupón
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Comprobar si está vestido demasiado abrigado o demasiado descubierto
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Llevar al bebé de paseo en su cochecito
Si nada ayuda, el bebé podría estar enfermo,
no tengas miedo de pedir ayuda y llamar a un médico.
Alternativas
Ahora ya sabes cómo lidiar con un bebé que llora, pero ¿qué pasa con
los niños pequeños? Si simplemente no te hacen caso, prueba una de las siguientes técnicas en lugar del castigo físico.
Tiempo muerto
Cuando tu niño anfitrión se haya portado mal, llévalo a un espacio tranquilo. Explícale de forma sencilla lo que ha hecho mal. Dale un tiempo para que se calme, la regla general es
un minuto de tiempo muerto por cada año de edad. Sin embargo, el tiempo muerto nunca debe durar más de 5 minutos.
Quitar privilegios
Cuando sientas la necesidad de castigar a tu niño anfitrión,
no le pegues. En su lugar, intenta quitarle sus privilegios. Adviértele antes de actuar. Si aún así no te escucha,
sigue adelante: nada de aparatos electrónicos, nada de postre, nada de juegos o cualquier otro privilegio que quieras quitarle durante las próximas 24 horas. Diles que han perdido ese privilegio por ese día y que pueden recuperarlo al día siguiente.
Consecuencias lógicas
Intenta enseñar a tu niño anfitrión las consecuencias lógicas. Si están cansados por la mañana porque se han quedado despiertos hasta tarde, haz que se acuesten antes. Si no quiere llevar bufanda, deja que se vaya sin ella. Así aprenderá que
sus decisiones tienen consecuencias y se pondrá la bufanda al día siguiente porque quiere, no porque tú lo obligues.
Mantener la calma y continuar
Lo más importante es recordar que
tú eres el adulto. Tienes mucha responsabilidad, así que tienes que ser capaz de
mantener la calma, por muy salvaje que se ponga la situación. Si te sientes frustrado,
no te desahogues con el niño. Intenta desahogar tu frustración de forma segura, como escuchando música, meditando y respirando profundamente.
Espero que a estas alturas ya sepas que golpear y sacudir a un niño es una idea terrible. No sólo es malo para tus niños anfitriones, sino que también destruye la
buena relación que hayas podido tener con tu familia anfitriona. Hazte un favor y evita los castigos físicos.
Hasta la próxima,
Sammy-Jo