Al participar en el programa Au Pair vas a convertirte en expatriado. Esta, en el marco del programa, va a ser una experiencia temporal, pero si decides prolongar tu aventura, de seguro te ayudará mucho saber cuáles son los pros y los contras de vivir de forma permanente en un país extranjero.
En AuPair.com nos gusta colaborarte para que establezcas expectativas realistas y te prepares para los posibles desafíos, es por eso que hemos preparado una lista de los pros y contras de convertirte en un “expat”. Échale un vistazo a continuación.
Considerando que en la patria está nuestro hogar, nuestras raíces y las memorias de nuestra infancia, el término expatriado puede llegar a sonar como un destierro, pero tranquila, nada que ver. Un expatriado es una persona que, por motivos laborales, académicos, etc., decide vivir en un país de nacionalidad distinta a la propia. Esta estadía suele ser temporal, aunque también hay personas que deciden convertir un país extranjero en su hogar definitivo.
Esta vez decidimos dejar lo mejor para el final y comenzar por los contras:
Dependiendo del país que elijas, puedes necesitar una visa, documentos personales y apostillados y traducidos, un seguro médico, permiso de trabajo o de estudio y algunos documentos extra, según las exigencias de la embajada. Llevar a cabo todo ese papeleo suele durar meses, y puede costarte una cantidad de dinero considerable.
Además, tendrás que tomar en cuenta los gastos de vuelo, estadía y comida (aunque, como Au Pair puedes ahorrarte mucho de eso ;) ). Es un proceso costoso para algunas personas, y exige que eches mano de tus ahorros para poder levarlo a cabo.
En nuestro país natal solemos convivir con familiares y amigos que representan no solo nuestro círculo social sino también nuestra comunidad de apoyo. Si nos enfermamos, nos sentimos solos o simplemente queremos pasar tiempo con personas que amamos, la distancia no es un problema. Esas conexiones están muy cerca.
Sin embargo, como expatriado, las barreras culturales y lingüísticas pueden hacer que nos aislemos y encontremos dificultades para hacer amigos. Gracias a ello, es normal que algunas personas desarrollen nostalgia y morriña por extrañar su hogar.
Ya dijimos que un expatriado es una persona que decide ir a trabajar o estudiar a un país diferente, incluso, puede renunciar a su nacionalidad de origen y quedarse de forma permanente en su nuevo hogar. Considerando esto, podríamos decir que un expatriado es lo mismo que un inmigrante, pero para algunas personas esto no es exactamente así.
¿Cuál es entonces la diferencia que estas personas hacen entre un expatriado y un inmigrante? Lamentablemente, su color de piel, nacionalidad de origen y el tipo de trabajo que tienen. Si eres un blanco occidental con un puesto en una oficina, eres un expatriado. Si eres un trabajador árabe con un oficio de obrero, incluso si tu estancia es legal, puede que solo seas un emigrante.
Lamentablemente, los estereotipos pueden hacer tu estancia un poco incómoda, pero no te asustes, normalmente los autóctonos amigables son mucho más numerosos.
¿Amas la comida de tu país de origen? Puede entonces que te cueste trabajo adaptarte a la gastronomía de tu país anfitrión. Tal vez haya ingredientes que sean imposibles de conseguir, o algunos platos locales te parezcan extraño. Aprovecha tu lado curioso y explora cosas nuevas, De seguro encuentras cosas interesantes.
En cuanto a otros aspectos culturales, tal vez eres una chica tímida en París a quien le parezca incómodo dar tantos “bisous” a la hora de saludar. Toma la oportunidad y sal de tu zona de confort. Es una excelente forma de abrir tu mente.
No todo son desafíos, vivir en el extranjero puede cambiar tu vida y expandir tus horizontes. Estas son algunas de las ventajas de ser un expat.
Por supuesto que podrías elegir un país donde se hable tu lengua materna, pero como Au Pair eso te haría perder la oportunidad de aprender un nuevo idioma. Hablar otra lengua no es simplemente aprender a nombrar todo de forma distinta, es ganarse un ticket de entrada a otra cultura. Es ver el mundo de otra manera y conectar con personas con una historia, costumbres y modo de vida distintos.
Obviamente, ser bilingüe también es una ventaja profesional, y ¿qué mejor que una experiencia completa de inmersión para mejorar tus habilidades en una lengua extranjera?
Es posible que en tu país anfitrión haya más oportunidades de empleo, mejores salarios y servicios públicos más eficientes en comparación a tu país natal. Incluso, puede ser que el costo de vida sea más bajo si comparas el sueldo, con los precios de alimentos, alojamiento, pasatiempos, etc. Sin duda, esto tendrá un impacto en tu calidad de vida y tu bienestar, en general.
Hay personas que toda su vida se han sentido extraños en su país de origen. De repente, viajan a otro sitio y descubren que ese es su lugar. Que allí, se sienten más cómodos, y con mayor libertad de ser ellos mismos. La gente, la comida, el clima, los paisajes … Todo esto puede hacerlos sentir que están en su verdadero hogar. ¿Es algo que te puede pasar? Para descubrirlo tendrás que lanzarte a la aventura de visitar un país nuevo.
Si decides ir a un país de Europa, por ejemplo, tendrás acceso a un sistema de transporte muy eficiente que te permitirá viajar de un país a otro de forma fácil y a costos no tan elevados. ¿Estás en Alemania? Toma un tren, y visita el mismo día Bélgica, Francia, Polonia u Holanda.
Una excelente manera de librarse de los molestos estereotipos es aprendiendo más sobre el otro. Utiliza la oportunidad de vivir en otro país para librarte de ideas negativas prefabricadas y para mostrar a la gente local la mejor parte de tus costumbres. Crea vínculos que le abran puertas a otras personas de tu nacionalidad. Reconoce las diferencias y úsalas a tu favor para crear un puente que promueva una buena convivencia entre tu cultura y la del país anfitrión.
¿Has vivido como expatriado? Cuéntanos en los comentarios y deja algunos consejos para aquellas candidatas que sueñan con ser Au Pair. Tus comentarios pueden ayudarlas a sacar lo mejor de su experiencia.