Oh, cachorros, ¿no son adorables? ¿Quién podría resistirse a esas colas que se mueven, a esas caras mullidas y a esos besos húmedos? Bueno, si nunca has tenido una mascota, es posible que no quieras que los perros te laman la cara. Pero, dicho esto, si tu familia anfitriona tiene mascotas, puede que tengas que acostumbrarte a ello. Averigüemos juntos cómo lidiar con las mascotas de tu Familia Anfitriona.
¿Es la Au Pair responsable de las mascotas?
Técnicamente, no. Tú, como Au Pair,
no eres responsable de cuidar a las mascotas de tu Familia Anfitriona. Tu tarea principal será siempre cuidar de tus niños Anfitriones. Esto incluye
ayudarles a realizar sus tareas, como hacer sus camas o limpiar sus juguetes. Por lo tanto, si dar de comer al gato o pasear al perro forma parte de las tareas de los niños, tú también eres responsable de las mascotas. Más o menos.
¿Y si nunca has tenido una mascota?
Si quieres empezar a trabajar con una familia anfitriona con animales de compañía, pero nunca has tenido mascotas, piensa bien si la familia anfitriona es realmente tu familia perfecta. Pregúntate a ti mismo.
¿Te gustan los animales? Si tienes amigos con mascotas, tal vez debas pasar más tiempo con ellos antes de tomar una decisión. Tal vez te guste la idea de las mascotas, pero no quieres ser responsable de ellas.
¿No tienes experiencia con animales de compañía, pero quieres formar parte de esta particular familia? Pues bien, de acuerdo. Sólo tienes que tener en cuenta algunas cosas sencillas cuando trabajes con animales:
Respétalos
A veces no puedes soportar la ternura de una mascota. Lo entiendo, sólo quieres acurrucarte y acariciar a tus animales todo el día. Pero las mascotas son criaturas que viven y respiran. Tienen sentimientos como nosotros, los humanos.
Trátalos como corresponde. Si no quieren caricias en ese momento, no los fuerces. Déjalos en paz. No te preocupes, si quieren ser acariciados, acudirán a ti.
Observalos
Sí, la vida de una Au Pair
puede ser estresante. Los gritos de los niños, el pitido del lavavajillas y el cartero que intenta entregar un paquete suelen ocupar la mayor parte de tu atención. Pero, ¿dónde ha ido a parar ese trozo de salmón que estabas descongelando en la encimera de la cocina? Las mascotas son criaturas escurridizas. Saben exactamente cuándo no estás mirando y lo utilizan en su beneficio. Así que ve siempre un paso por delante y
guarda las cosas donde no puedan alcanzarlas.
Ten cuidado con los niños
Tus niños anfitriones quieren acariciar a sus amigos peludos favoritos tanto como tú. Pero dependiendo de lo pequeños que sean hay que
tener mucho cuidado.
No queremos que los niños se hagan daño, ¿verdad? Un gato dormido puede parecer adorable, pero si tus niños anfitriones intentan tocarlo, es probable que se lleven un arañazo. Sólo tienes que
observar cómo interactúan los niños con sus mascotas e intervenir si es necesario.
Está claro que las mascotas son mucho más que un pelaje mullido. Así que trátalas como se merecen y puede que pronto te conviertas en su humano favorito.
Sammy-Jo
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